Los familiares pueden pagar a través de una cuenta o comprar la receta cada día. En la seguridad social pueden solicitar el reembolso de gastos
Vía Agencias
(febrero, 22/2020) El pasado sábado, se terminó el dinero de la familia Ríos. Todos los recursos que tenían ahorrado para comprar una casa, un terreno o un auto se fueron en la compra de las medicinas tras dos semanas de internación de don Julio, el jefe del hogar, en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) de un hospital privado.
Ahora el paciente fue trasladado a uno público para continuar su lucha contra la Covid-19.
“Mi tío ha estado internado en un hospital privado de la ciudad de El Alto durante dos semanas. Ahí les dijeron a mis primos (los cinco hijos de don Julio) que internarían a mi tío con la condición de que debían gastar para comprar los medicamentos que pedían cada día”, relató una de las sobrinas, Karen Ríos.
Ella recordó que cada día las facturas de medicamentos oscilaban entre 14.000 y 15.000 bolivianos, pero con el pago de oxígeno ascendía incluso a 20.000. “Era mucho”, dijo, por eso sus primos decidieron dividir los gastos y cada día uno se hacía cargo . “Cada día uno se encargaba de ir a pagar”, agregó.
El presidente de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva (Sbmcti), Joel Gutiérrez, explicó que los gastos en medicamentos para terapia intensiva son muy caros y que lamentablemente por la pandemia del coronavirus han escaseado significativamente.
“Por eso los costos de los fármacos en el sector privado llegaron hasta 15.000 bolivianos; no obstante, en el sector público y de la seguridad social los familiares gastan unos 3.000 bolivianos”, indicó Gutiérrez.
Pero ¿por qué en el público se gasta más en medicamentos? El representante del sector aclaró que ese costo es alto porque en los centros de salud privados los fármacos deben ser adquiridos directamente; en cambio, el en público, algunos los cubre el Sistema Único de Salud (SUS).
Patricio Gutiérrez, miembro del Comité Científico de la Sbmcti, detalló que para que una persona esté estable en la cama de UTI debe usar 60 ampollas para que el paciente duerma todo un día. “Eso antes costaba entre 25 y 30 bolivianos, pero ahora aumentó y llegó a 90 y 100 bolivianos cada uno en farmacias de la calle. Pero además hay otros dos medicamentos para dormir que se usan sí o sí con el mismo objetivo. En total, sólo en esos fármacos se gasta unos 10.000 bolivianos por día”, puntualizó.
Pero además resaltó que se tendrá que asumir ese gasto en caso de encontrar los fármacos, porque “no hay en el mercado”.
No obstante, Gutiérrez remarco que no sólo se usan esos medicamentos para estabilizar a un paciente en UTI, sino también se requieren antibióticos, vitaminas, sueros, anticoagulantes y corticoides entre otros que se usan contra la Covid. “Los gastos en esos medicamentos oscilan entre 3.000 y 4.000 bolivianos por día”, añadió.
El especialista contó que en el sistema privado existen dos formas de pago, uno en el que la familia asume los gastos por día y otro, en el que se hace el pago a través de una cuenta.
Don Julio Ríos estuvo internado dos semanas y los recursos de la familia se terminaron; por eso, sus hijos buscaron un hospital público para trasladarlo. “Por eso, el pasado sábado lo llevaron al Hospital de Clínicas donde también existen gastos, pero no son tan altos como los del privado”, dijo su sobrina Karen.
Gutiérrez explicó que en el sector público también existen gastos, pero el SUS cubre ciertos medicamentos aunque faltan otros.
Por ello, el médico informa sobre esa carencia al familiar y él da la receta para que vaya a comprar los medicamentos. “Ellos llegan a gastar hasta 3.000 bolivianos por día”, precisó.
Lo mismo ocurre en la seguridad social, aunque en ese servicio el familiar puede comprar medicamentos a nombre de la Caja Nacional de Salud (CNS) y luego realizar el trámite para la devolución del dinero. El reembolso puede demorar entre 15 días y un año. El sábado, el Gobierno entregó medicamentos para los hospitales de tercer nivel Daniel Bracamonte de Potosí y el de Clínicas de La Paz.
Página Siete