Adriana Fernández lidera el trabajo técnico para garantizar partos dignos y libres de violencia en Bolivia
Con un profundo compromiso hacia la dignidad de las mujeres y personas gestantes, la Asamblea Legislativa Plurinacional fue escenario de la socialización del Proyecto de Ley de Parto Respetado e Intercultural, una propuesta que busca transformar la forma en que Bolivia atiende los nacimientos: con respeto, pertinencia cultural y libre de violencia.
El Observatorio de Violencia Obstétrica también ha tenido un papel clave en la construcción de esta propuesta, aportando con evidencia, insumos técnicos y el seguimiento constante al proceso legislativo. Su trabajo ha permitido visibilizar las experiencias de mujeres de distintos territorios y garantizar que el proyecto de ley incorpore medidas concretas para prevenir y erradicar las prácticas de violencia en la atención del embarazo, parto y posparto.
El encuentro reunió a parteras tradicionales, representantes del modelo SAFCI, autoridades sociales de salud y legisladores, en un espacio de diálogo abierto y participativo. Allí se compartieron miradas y experiencias que permitirán consolidar un marco legal que reconozca tanto los derechos de las mujeres gestantes como los saberes ancestrales de los pueblos originarios.
Uno de los motores fundamentales de este proceso es Adriana Fernández, responsable de la coordinación técnica y legal de la propuesta. Gracias a su liderazgo y articulación con instituciones, comunidades y especialistas, se logró construir un documento que pone en el centro la voz y las decisiones de las mujeres.
El rol de la diputada Samantha Nogales en el proceso legislativo ha sido central, impulsando un enfoque de respeto a las decisiones de las mujeres y la dignidad en el momento de dar a luz. Su liderazgo ha permitido articular la propuesta con distintos sectores sociales, técnicos y comunitarios, consolidando una iniciativa que refleja las necesidades y aspiraciones de las mujeres bolivianas.
El proyecto contempla cuatro capítulos que desarrollan los derechos de las mujeres gestantes y recién nacidos, así como el rol de médicos, parteras, doulas y personal de salud, priorizando el consentimiento informado y la interculturalidad.
Desde el UNFPA, Mónica Novillo, analista de programas, destacó que este proyecto responde a la necesidad de articular lo médico, lo emocional y lo comunitario: “Es un paso esencial para que cada parto en Bolivia sea seguro, respetado y libre de violencia”.
Con esta propuesta, se busca avanzar hacia un sistema de salud que reconozca la diversidad cultural y el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y su maternidad, marcando un hito en la lucha por parir y nacer con dignidad.